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Involucrar a los niños y a las niñas en la preparación de las comidas es una buena idea para enseñarles como seguir una alimentación saludable.
La primera lección de la alimentación saludable consiste en aprender a elegir y a preparar alimentos.
¡Hagamos una clase práctica participando toda la familia! Pero antes de comenzar, aconsejamos:
- Recoger el pelo. Acomodar la ropa que vamos a usar para cocinar.
- Limpiar y mantener la superficie de trabajo. Lavar y secar la tabla de corte cada vez que acomodemos los distintos alimentos, en particular a carne, el pollo, el pescado...
- Lavar las manos tanto como sea necesario. Dejarlas limpias de detergentes y jabones antes de empezar
4. Cuando los niños entran en la cocina:
Dejarles ayudar en la planificación y en la elaboración de las comidas.
Permíteles que huelan y manipulen alimentos, repasando las normas básicas de higiene.
Encargarles pequeñas tareas. Adornar, aderezar, juntar, añadir los alimentos para cocinar etc.
Pensar siempre en su seguridad: el fuego, el aceite y el mango de la sartén, los cuchillos, las manos mojadas y la corriente eléctrica... Situar una zona de seguridad alrededor de la cocina.
Jugar: cada uno prueba un poquito del que prepararon los demás, prepara distintos aliños para un mismo alimento (p. ej., ensalada con salsa de yogur, con cítricos, con distintas hierbas etc).
Participar activamente: poner y retirar la mesa; secar los platos etc.
5. Elaborar preparaciones sencillas, para que los chicos se hagan poco a poco a los distintos sabores de los alimentos. Más tarde, vais a enriquecer los platos, incorporando nuevos productos.
6. Mantener el sabor original del alimento. Si desde la infancia los habituamos a aceptar los alimentos con un bajo contenido en sal o en azúcar, posiblemente mantendrán este hábito a lo largo de la vida. Por esto, no es recomendable salar en exceso, edulcorar, ni "disfrazar" la comida con salsas comerciales. Recordamos que la fruta, los zumos o los alimentos lácteos ya contienen azúcares de forma natural, por lo que no es necesario añadir más. Del mismo modo, es recomendable ofrecer más alimentos frescos y de temporada, dado que los más procesados suelen ser habitualmente más salados y azucarados que los naturales.
Para preparar alimentos de forma segura, la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE La SALUD RECOMIENDA: