La importancia del juego en el aprendizaje

5 de Julio de 2022
Tiempo estimado de lectura: 10 min

El acto educativo es un acto de amor, tiene sentido si es para fomentar el bien común de todo lo vivo en la tierra. No aprendemos para saber más, sino para ser cada vez mejores, para reconocernos y reconocer a las otras personas.
 
 
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¿A quién no le gusta jugar? 
Si supiésemos lo importante que es el juego para la construcción de personas conscientes, saludables y pacíficas, seguro que apostaríamos por echarnos a jugar muchas más veces a lo largo de nuestra vida.
Jugamos para aprender a vivir, jugar es ensayar la vida y probar diferentes formas de ser, de actuar, de comunicarnos. Jugar educativamente es promover procesos de aprendizaje basados en el respeto y la confianza. Jugando nos construirnos socioculturalmente y nos interrelacionamos. Jugar es aprender a afinar la mente con el corazón ¿Qué es el juego para ti?
 
¿Conoces cómo influye el cerebro a nivel educativo?
Para comenzar a entender lo importante que es el juego en nuestra vida y en la de nuestras hijas, hijos y personas menores de edad con las que compartimos nuestro día a día, hablaremos de la neuropedagogía:
  • El cerebro es una extraordinaria y compleja parte del cuerpo, es un órgano procesador de la información, las emociones, los sentimientos y las conductas que habitan la vida. Es en el cerebro donde se comienza a construir nuestra identidad sociocultural ¡Aprendo a través del cerebro a saber quién soy! 
  • El cerebro es social, por lo que resulta esencial trabajar los vínculos, el respeto y la armonía grupal en las aulas, en los hogares y en cualquier lugar. Estamos interconectadas y el bienestar social incrementará la eficiencia de nuestra actividad cerebral ¡Somos una gran familia de cerebros!
  • En un proceso de aprendizaje no puede haber violencia ni autoritarismo, más bien aprendemos en una interacción viva de paz y respeto. Siendo cualquier forma de castigo, chantaje, amenaza, humillación o comparación, sometedores de estrés en una persona: limitando las funciones del hipocampo (área cerebral muy relacionada con la memoria y con los procesos cognitivos) y por tanto, mermando la capacidad de aprendizaje ¡Mi cerebro solo quiere paz!
  • La calidad del contexto influye para que el cerebro pueda prepararse convenientemente para el proceso de aprender. El espacio, las madres, los padres y las personas cuidadoras formamos parte del contexto, por este motivo influimos de forma activa, pudiendo facilitar entornos apropiados y de estimulación al aprendizaje (jugar antes y después de hacer tareas, armonizar o naturalizar espacios…etc.) ¡El contexto influye en mi cerebro y en el de mis hijos e hijas!
El cerebro me ayuda a aprender, ¿Cómo el juego ayuda a mi cerebro?
 
El juego es un excelente canal para estimular de forma activa y positiva el cerebro, ya que para que el proceso de aprendizaje sea mejor y más profundo, es fundamental que vaya acompañado de una estimulación cerebral adecuada. La curiosidad, la emoción, la participa-acción, la diversión y los lenguajes artísticos son estimuladores activos del cerebro. El juego es una herramienta brillante que reúne todas estas cualidades, permitiendo nutrir nuestro cerebro tanto a nivel hormonal como neuronal. Por esto, ayudamos a nuestro cerebro a alcanzar niveles óptimos de procesamiento para el aprendizaje aumentando sus niveles de serotonina y dopamina; y lo podemos hacer a través del juego cuando:
  • Nos reímos.
  • Nos movemos, corremos, saltamos.
  • Experimentamos placer, gozo o curiosidad.
  • Estamos en la naturaleza, al aire libre o recibimos los rayos del sol.
  • Somos partícipes de una interacción positiva o pertenencia a un grupo.
  • Podemos crear realidades nuevas, utilizando la creatividad.
  • Manifestamos la vida a trvés del arte y el amor.
De esta manera, los procesos de aprendizaje sucedidos en este órgano estarán determinados por los estímulos que le ofrezcas, por lo que, el doctor en medicina y neurociencia Francisco Mora, expresa que:
 
“La curiosidad enciende la emoción, y la emoción abre las ventanas de la atención, foco necesario para la creación de conocimiento. Precisamente, en los primeros años de vida, el juego es la conducta que desarrollan las niñas y los niños para aprender con el estímulo de la curiosidad. Jugar es un canal para aprender, es una mezcla entre curiosidad y placer, es el instrumento más poderoso para el aprendizaje”
 
Cabe añadir que la emoción es esencial para incorporar el conocimiento, se dice que lo que no sentimos no lo podemos saber. La escritora, poeta, cantante y activista de los Derechos Humanos Maya Angelou expresó al respecto que: “La gente olvidará lo que dijiste, pero nunca lo que hiciste sentir”. Emocionarnos jugando y experimentando la vida nos permite acuerpar el conocimiento por mucho tiempo y de una manera profunda.
 
Además, según la neurociencia, la actividad física, la relajación y la respiración contribuye a mejorar la oxigenación del cerebro creando uno más saludable para procesar aprendizajes. De este modo, la parte física y la participa-acción se vuelven indispensables para mejorar el rendimiento cognitivo. Siendo la participa-acción la manera de participar (formando parte de algo) y de accionar (poner en práctica) para experimentar la vida, adquiriendo conocimiento que se pueda retener por más tiempo.
 
No podemos obviar el maravilloso poder de la diversión, la risa, la alegría y el gozo, que nos lleva a mayores niveles de concentración y rendimiento cerebral, pudiendo realizar conexiones neurológicas con mayor facilidad y fluidez. En el libro “Herramientas para una vida sostenible: Permacultura y suelos” de la Fundación del Alto de Magdalena de Colombia, exponen como 13ª principio de la permacultura la siguiente frase “Si no es divertido no es sostenible”; por lo que no hay forma más sostenible de aprender que siendo de manera divertida, a través del placer, la risa o el disfrute.
 
Por último, los lenguajes artísticos son fácilmente expresables a través del juego: pintando, bailando, interpretando, creando o imaginando. Este tipo de comunicación es altamente estimulante para el cerebro ya que, además, promueve la curiosidad, la emoción, la partipa-acción y la diversión en mayor medida que otros lenguajes como el científico, el oral o el escrito. Numerosos estudios indican que la actividad artística influye en el incremento la creatividad de las personas; de esta manera, si nuestras hijas e hijos tienen mayor capacidad creativa tendrán mayor capacidad para transformar sus conflictos, y por tanto, mayor capacidad de resiliencia ante la vida.
 
¿Cómo aplicar el juego en el día a día?
¿Te gustaría aplicar estos principios a través del juego? ¿Cómo puedo fomentar el juego en la vida de mi hija, hijo o persona menor de edad a la que atiendo, cuido o comparto? A continuación, exponemos diferentes formas prácticas de hacerlo:
  • Jugando, ser influencer de lo que quieres fomentar, tener presente el juego en tu vida y jugar siempre que puedas. Jugar como persona adulta, ya que es bueno para ti.
  • Proponiendo jugar, en vuestro tiempo de ocio, puedes planificar y ofrecer juegos organizados cooperativos que promuevan valores y aprendizajes positivos. Siendo muy importante fijar una temática educativa (naturaleza, aventuras, regeneración) y valores educativos (cooperación, empatía, equidad, igualdad de género, bien común), alejando el juego de fines competitivos, de valores egoístas y de temáticas violentas.
  • Promocionando el juego libre y la exploración creativa de la vida. El juego libre no es dejar hacer a los niños y niñas lo que quieran mientras miramos para otro lado, sostener el juego libre es observar sin interactuar. Cuidando de nuestros hijos e hijas, sin participar en sus interacciones, respetando sus tiempos y su forma de ser en el mundo. El juego libre fomenta incrementa la autonomía y desarrollo integral de las personas, multiplicando sus beneficios si éste sucede en un espacio natural.
  • Comenzar con un juego. El cerebro se activa a través de diferentes estímulos (ya hemos visto algunos: curiosidad, emoción, diversión), si nuestros hijos e hijas juegan antes de realizar una tarea (como hacer la cama, doblar ropa, realizar los deberes o estudiar un libro), tendrán una mejor experiencia y su cerebro estará más preparando y concentrado para ejecutar cualquier actividad.
  • Transformar el lenguaje oral en lenguaje artístico. Se puede transmitir mensajes, información, pautas u organización del día a día a través de: fotografías, muros con dibujos en casa, canciones interactivas o bailes. Experimentando las diferentes formas de comunicarnos, podremos conocer cuál es la que más se acerca a la de mi hija o hijo, y clarificar nuevas y más efectivos canales de comunicación.
¿El juego es una gran herramienta educativa?
Apostar por el juego en el aprendizaje, es apostar por la neuropedagogía, que e​s apostar por la creación de procesos de aprendizaje más profundos, seguros y estables. El juego nos ayuda a educar a personas y sociedades más:
  • Resilientes y saludables desde un punto de vista integral.
  • Proveedoras de herramientas para la vida y la creación de bien común.
¿Comenzamos a jugar?
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Andrea Alfaya Rosales
Trabajadora Social Técnica del Programa Integración Familiar de Meniños en Ourense ​​

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