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La leche es uno de los alimentos de origen animal más valorado de nuestra sociedad. El elevado contenido en nutrientes proporciona efectos beneficiosos para la salud a lo largo de la vida y particularmente en las primeras etapas de crecimiento y desarrollo. Los productos lácteos destacan por su elevado contenido en proteínas de alto valor biológico y por ser fuente de calcio y de distintas vitaminas. En los países donde el consumo de leche fue tradicionalmente alto, como el caso de Galicia, constituye la principal fuente de calcio de la dieta.
Es uno de los alimentos de origen animal más valorado de nuestra sociedad. El elevado contenido en nutrientes proporciona efectos beneficiosos para la salud a lo largo de la vida y particularmente en las primeras etapas de crecimiento y desarrollo. Los productos lácteos destacan por su elevado contenido en proteínas de alto valor biológico y por ser fuente de calcio y de distintas vitaminas. En los países donde el consumo de leche fue tradicionalmente alto, como el caso de Galicia, constituye la principal fuente de calcio de la dieta.
Algunos aspectos de interés:
La leche acerca una cantidad importante de proteínas de elevado valor biológico. Además, su contenido en el aminoácido lisina es un complemento perfecto para asociar con los cereales, particularmente deficientes en este elemento, aumentado el valor total de la proteína ingerida. Actualmente, también se descubrieron nuevas propiedades de las proteínas lácteas con relación a cierto efecto hipotensor, la propiedades antimicrobianas o como sustratos de la proteína muscular.
La lactosa es el principal hidrato de carbono presente en la leche. Como la caseína, la lactosa parece tener un efecto favorecedor de la absorción de calcio, particularmente en personas con absorción comprometida. También se asoció con cierto efecto promotor de la flora intestinal nos niños alimentados con lactancia materna, actuando cómo protectores de la mucosa intestinal frente al ataque de microorganismos.
La leche y los productos lácteos fueron considerados en la década actual como un alimento para limitar por la posible relación con el contenido en grasas saturadas y colesterol. Hoy muchas de estas afirmaciones están llevándose la revisión y los datos no son tan concluyentes como se describieron anteriormente. De hecho, la grasa láctea tiene un contenido elevado de ácidos grasos de fácil absorción, constituyen una fuente de energía inmediata y presentan una baja tendencia a ser almacenados en el tejido adiposo. Además, está en estudio la asociación de otros constituyentes grasos de la leche con importantes efectos beneficiosos para la salud (metabólicos, antimicrobianos, antivirales, etc).
La fracción grasa de los lácteos tiene también importancia por ser el vehículo de otros nutrientes, como las vitaminas liposolubles, especialmente A, E y D. También son una buena fuente de Riboflavina (vitamina B2) importante para el crecimiento, y Vitamina B12, además de acercar otras cantidades de Niacina (Vitamina B3), especialmente a partir de su precursor, el triptófano. Las vitaminas liposolubles están bastante reducidas en los productos lácteos bajos en grasa. Es por esto por lo que la leche se fortificó en muchas ocasiones con vitamina A y D. El tratamiento térmico de la leche puede mermar el contenido de algunas vitaminas. Con todo, en las leches fermentados puede ser superior, ya que las bacterias pueden sintetizarlas de nuevo.
Los alimentos de origen lácteo contienen minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio, el zinc y el potasio.
El calcio es imprescindible para el crecimiento y desarrollo en las primeras etapas de la vida, para alcanzar una óptima salud del esqueleto a lo largo de todo el ciclo vital y para conseguir una mayor densidad mineral ósea en la edad avanzada.
Recientemente, el World Cancer Research Found y el American Institute fuere Cancer Researche afirmaban que el consumo habitual de leche tiene un efecto protector frente al cáncer colorectal (evidencia probable) y frente al cáncer de vejiga (evidencia limitada).
Los efectos para la salud de la leche son el resultado de la interacción de todos sus nutrientes, y van más allá de la simple suma de efectos individuales.