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Mujeres en edad fértil
Todas las mujeres en edad fértil deberían tener administradas todas las vacunas incluidas en el calendario, especialmente en el que respeta a las enfermedades que pueden dañar a la mujer embarazada o a su futuro: hepatitis B, sarampión, rubéola, parotidite varicela, difteria, tétanos y tosferina.
Por esto, cuando se está pensando en tener un hijo o una hija, la mujer debería acudir al profesional sanitario para comprobar la protección frente a la:
- Rubéola: debería tener puestas dos dosis de vacuna triple vírica. Si no se está segura de las vacunas recibidas, conviene hacerse un test de anticuerpos y si este es negativo, lo recomendable es vacunarse antes de quedar embarazada (tiene que evitarse el embarazo en el mes siguiente a recibir la última dosis de la vacuna) y si no se puede asegurar esto, deberá vacunarse tras el parto para estar protegida en los posibles nuevos embarazos.
- Varicela: debería tener puestas dos dosis de esta vacuna o tener antecedentes de haber padecido la enfermedad. Si no se puede asegurar una cosa o a otra, conviene hacerse un test de anticuerpos y si este es negativo, lo recomendable es vacunarse con dos dosis antes de quedar embarazada (tiene que evitarse el embarazo en el mes siguiente a recibir la última dosis de la vacuna) y si no se puede asegurar esto, deberá vacunarse tras el parto para estar protegida en los posibles nuevos embarazos.
- Hepatitis B: en este caso, conviene hacerse un análisis un poco más complejo para descartar que pueda existir una hepatitis crónica o si se tienen anticuerpos frente a ella. Si la mujer tiene un riesgo elevado de exposición (exposición sexual, personas que se inyectan drogas, contacto con un portador de la infección, infección por el VIH o por el virus de la hepatitis C, alguna enfermedad hepática o un mayor riesgo por ser un profesional sanitario) deben administrarse 3 dosis de vacuna. Hay que tener en cuenta que esta infección puede afectar al niño causando una hepatitis crónica grave en el niño que acaba de nacer por lo que si existe una infección de la madre, el niño deberá vacunarse y además recibir una inmunoglobulina.
- Tétanos y difteria: como la cualquier persona adulta, debe comprobarse si la mujer está correctamente vacunada con 5 dosis a lo largo de su vida. Si no es así, deberá recibir las dosis que le faltan
Vacunación durante el embarazo
La administración de vacunas durante el embarazo tiene que hacerse con precaución y solo se administran aquellas vacunas en las que el riesgo de provocar un daño en el feto es muy bajo y la probabilidad de enfermar es alta y además padecer la enfermedad supone un riesgo añadido para la madre o para el feto
Las vacunas recomendadas en el embarazo son:
- Vacuna antigripal: para todas las mujeres embarazadas en cualquier momento de su embarazo, durante la temporada gripal y tan pronto como se pueda. La vacuna protege a la madre de una enfermedad que puede ser más grave durante el embarazo y también al hijo o la hija durante los primeros meses de su vida.
- Vacuna frente al tétano, la difteria y la tosferina: tiene que ponerse siempre una dosis en cada embarazo, entre las semanas 27 a 36. Lo que se quiere conseguir es proteger al bebé contra la tosferina en los primeros meses de su vida.
Las vacunas contraindicadas en el embarazo son la vacuna triple vírica y la de la varicela.
No existen casos de rubéola congénita o varicela tras la vacunación de la madre embarazada, pero por precaución, no deberían recibir estas vacunas las mujeres embarazadas o que pudieran estarlo en las próximas cuatro semanas. En este caso, no deberían recibir estas vacunas. Las mujeres que se vacunan no deberían quedar embarazadas en las cuatro semanas siguientes a la última dosis de la vacuna. Sin embargo, no se vieron efectos adversos cuando se administraron estas vacunas a mujeres embarazadas, por lo que recibir una de estas vacunas durante la gestación no es una razón para interrumpir el embarazo.
Recuerde que estas recomendación son generales y que si tiene otros factores de riesgo o va a viajar a una zona de riesgo, su profesional sanitario podrá recomendarle además otras vacunas.
Vacunación en mujeres que están dando el pecho
La lactancia no contraindica ninguna de las vacunas de uso habitual.
Debe evitarse la administración de la vacuna frente a fiebre amarilla (utilizada solamente para viajes a zonas de riesgo), la excepción de las situaciones en las que el riesgo de adquirir la enfermedad sea muy alto y el viaje no se pueda evitar o posponer.
La lactancia materna no afecta a la respuesta del bebé frente las vacunas recomendadas en el calendario de vacunación infantil por lo que los y las lactantes deben vacunarse normalmente.