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En la mayoría de las mujeres aumenta la preocupación por la salud -de ella y de su bebé-, por lo que se tienden a eliminar las situaciones de riesgo -coger pesos, subirse a alturas...- y a reducir el consumo de sustancias tóxicas, como tabaco, alcohol y café. Lo que hagas o dejes de hacer en este tiempo puede condicionar la vida de tu hijo o hija... y, consecuentemente, la tuya.
La principal razón para dejar de fumar es cuidarte a ti misma, no tiene sentido perder años y calidad de vida.
Reducir el consumo de tabaco no es suficiente: ¡5-6 cigarros también hacen daño! ¡No existe un consumo seguro! No te dejes engañar:
- Fumar menos apenas sirve para nada, no disminuye los riesgos para tu salud ni la de tu bebé.
- Los cigarros bajos en nicotina son igualmente perjudiciales para la salud, ya que se tiende a dar chupadas más profundas o a aumentar el número de cigarros con el fin de llegar a los niveles de nicotina a los que se está acostumbrado.
- Es más fácil dejar de fumar que mantener la reducción.
Si fumas, tu bebé también fuma, ya que depende exclusivamente de ti. Con cada chupada, la nicotina y otros compuestos del cigarro llegan al feto, y hacen que su respiración sea más lenta y su corazón lata más deprisa, llegándole menos oxígeno y dificultando su crecimiento normal.
Al dejar de fumar disminuye el riesgo de presentar:
- Aborto espontáneo (pérdida del bebé).
- Parto prematuro, que suele acompañarse de inmadurez fetal.
- Alteraciones en la placenta: desprendimiento placentario, que da lugar a hemorragias.
- Malformaciones congénitas y muerte fetal o perinatal.
Si no fumas,tu hijo o hija tendrá menos riesgo de presentar bajo peso al nacer, inmadurez pulmonar o taquicardia fetal (al llegarle menos oxígeno, su corazón tiene que trabajar más), que pueden dejar secuelas en la vida adulta.
Dejar de fumar es la mejor decisión que puede tomar una mujer de cara a su salud y a su embarazo. Hay muchas razones para dejar de fumar y ninguna excusa para seguir haciéndolo.
Nunca es demasiado tarde para dejar el tabaco. Miles de mujeres ya lo consiguieron.
Busca apoyo en tu pareja, ya que él también tiene su responsabilidad. Pídele que deje de fumar contigo y no volváis a fumar después de que nazca el bebé. Que tu hijo o hija sea más sano/sana hará que su calidad de vida sea mejor. ¡No volver a fumar será la mejor elección!
Busca apoyo en otras personas de tu entorno (amistades, compañeros/as de trabajo o familiares). Elige un día para dejar de fumar y prepárate para esto. Elimina de tu hogar todo aquello que te pueda provocar deseos de fumar (ceniceros, encendedores...).
Frecuenta lugares donde no esté permitido fumar (cines, teatros, centros comerciales...), evita situaciones de riesgo, ambientes con humo de tabaco y la compañía de personas que fumen. Busca ayuda en tu centro de salud, allí podrán orientarte sobre las distintas alternativas disponibles.