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La supervisión infantil por parte de los adultos es la mejor estrategia para ofrecer seguridad tanto dentro como fuera de la casa. Cuando un bebé llega a la familia, es hora de revisar que el hogar sea un lugar seguro. Es preciso valorar y buscar posibles peligros. Al comenzar a gatear, el bebé explora su entorno más próximo y la curiosidad por todo lo que le rodea, hace que la cocina, el baño o las escaleras sean lugares donde se producen muchos accidentes infantiles con resultados de golpes, caídas, sofocaciones, intoxicaciones y quemaduras. Otras veces, la forma de proceder de los adultos también puede ocasionar problemas que no habían sido contemplados previamente.
Existen medidas sencillas que puedes tomar para evitar accidentes. La elección del carrito de bebé, de los primeros juguetes (sonajeros, columpios, tentenenos, etc.) o los sistemas de retención en el vehículo deben cumplir siempre con el objetivo prioritario de seguridad para el bebé.