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Autor:
Xanela Aberta á Familia
La ruptura de una pareja supone una situación de crisis que afecta a todos los miembros de la familia, especialmente a los niños y niñas.
Para conseguir minimizar el impacto negativo y la incertidumbre que puede generar la nueva situación es importante hacer un esfuerzo de adaptación, evitando las tensiones.
En lo relativo a la educación, alcanzar acuerdos supone un trabajo de negociación para cualquier familia, pero esto puede convertirse en un reto cuando las personas progenitoras se separan. Estas situaciones están marcadas muchas veces por problemas de comunicación y dificultades de consenso que afectan también a la crianza de los niños y niñas.
La falta de coherencia y la disparidad de criterios pueden generar confusión y frustración en los niños y niñas, por lo que es indispensable afrontar estas situaciones desde el respeto y la confianza. En estos casos, es fundamental priorizar el bienestar de los hijos y e hijas, para lo cual sugerimos las siguientes claves:
- A pesar de que ya no se es pareja, cada una de las partes continúa siendo padre o madre, y por tanto sigue habiendo un proyecto común en el que implicarse.
- En caso de desacuerdo, es imprescindible el diálogo con la otra persona progenitora, sin culpabilizarla en presencia de los niños y niñas ni utilizarles de transmisores de mensajes. Evitad hablar mal del otro delante de vuestros hijos e hijas.
- Tratad de llegar a acuerdos sobre los aspectos fundamentales en los que se considere que se deben mantener unas directrices comunes en la crianza, dejando un margen de flexibilidad para aquellos otros que permitan cierta libertad para cada una de las personas progenitoras.
- Respetad estos acuerdos evitando imponer límites en aquellos asuntos en los que se consensuó flexibilidad. En este sentido, es importante dejar muy claro cuáles son las reglas comunes que ambas partes deben cumplir. Intentad mantener una comunicación respetuosa y fluida en los aspectos que tengan que ver con la educación de los hijos e hijas.
- Puede ser necesario explicarles que a veces en cada casa habrá normas diferentes, debido a las diversas formas de educar que empleamos, y que deben ser respetadas. Hacerles ver la razón de que en algunos casos existan normas más estrictas ayudará a que las entiendan y no las vean como una imposición arbitraria, especialmente se esas normas redundan en su bienestar a corto o medio plazo.
Recordad que el objetivo es facilitarles esta situación a los niños y niñas, por lo que en ese aspecto seguís siendo equipo, y como tal debéis actuar, tratando de fortalecer las dinámicas que mejor os funcionan y mejorando en aquellas que lo necesitan.