Cereales

• Introducir los cereales a partir de los 6 meses para permitir la lactancia materna exclusiva. Es un error sustituir una toma de pecho por preparados para lactantes con el único objetivo de dar cereales, ya que puede condicionar un destete precoz innecesario.​
• Inicialmente, se puede añadir en forma de harina a las papas de frutas o verduras en el caso de lactancia materna o a las papas con leche en el caso de la lactancia artificial.
• Posteriormente, elaborar platos con alimentos ricos en hidratos de carbono complejos en la dieta habitual. Por ejemplo, arroz con ternera y zanahoria, puré de tapioca con merluza y guisantes verdes, etc.
• Introducir los cereales con gluten preferiblemente en torno al sexto mes y en pequeñas cantidades, aunque el período puede oscilar entre los 4 y los 11 meses de edad, según recomiende vuestro equipo de pediatría.
• Evitar los azúcares añadidos o los edulcorantes en la dieta de los y las lactantes.
• Se desaconsejan los cereales en polvo que contengan miel, cereales malteados
  o azúcares en su composición, así como el consumo de zumos de frutas o
  bebidas azucaradas

 

Frutas, verduras y legumbres

• Ofrecer distintas variedades de fruta de forma progresiva, en función del patrón familiar.
• Comenzar con pequeñas cantidades de fruta en cualquiera de las comidas diarias, según la aceptación y el nivel de desarrollo del o de la lactante.
• Preferir la fruta entera frente a los zumos de frutas ya que estos acercan una concentración de azúcar mayor y pueden desplazar el consumo de otros alimentos. Aunque sea natural, no se aconseja la introducción del zumo a través del biberón.
• Fomentar el consumo de legumbres debido a sus propiedades nutricionales, en particular a su riqueza en proteínas. Al principio pueden añadirse en puré, sin piel y poco a poco ofrecerse enteras como guisos de legumbres con hortalizas y cereales en preparaciones con poca grasa.
• Las legumbres, aunque son ricos en hierro, representan una fuente menor de este elemento, dada la difícil absorción del hierro de origen mineral frente al de origen animal.
• Evitar, en la medida de lo posible, una aportación de verduras con alto contenido en nitratos como las acelgas, la remolacha o las espinacas durante el primero año. Luego, se debe acercar poco a poco y en pequeñas cantidades. A los 3 años, conviene no dar más allá de una ración diaria de estos vegetales.

 

Carnes, pescados, huevos y leche

• Ofrecer diariamente alimentos de este grupo. Comenzar con pequeñas cantidades, variando la textura gradualmente.
• Fomentar el consumo de pescado para favorecer un óptimo desarrollo neurológico. Comenzar por el pescado blanco en preparaciones sin espinas y poco a poco introducir las especies azules.
• Limitar el consumo de especies de gran tamaño como el pescado espada y el atún rojo.
• El pescado congelado es nutricionalmente similar al fresco. Los productos ultra-procesados (varitas o "nuggets") no deben formar parte de la dieta infantil.
• Introducir en primer lugar la yema cocida del huevo y más tarde la clara, siempre en preparaciones en las que aparezca totalmente cuajada.
• Entre los 6 y los 12 meses la leche materna sigue siendo el alimento principal y el lácteo de elección, por lo que se recomienda mantenerla según demande el o la bebé.
• El yogur puede introducirse a partir de los 8-9 meses, en pequeñas cantidades y la leche de vaca nunca debe introducirse antes del año de vida.
• No es buena práctica añadir azúcar ni edulcorantes a los derivados lácteos. La leche condensada no debe formar parte de la dieta, ni siquiera añadida en pequeñas cantidades al puré infantil.